miércoles, 22 de junio de 2011

FELICIDAD Y SERENIDAD




La felicidad, y la serenidad, sólo dependen de ti mismo.

No busques, tan sólo encuéntrala en ti. La tienes a mano, dentro de ti.

No es lo que tienes, es lo que eres. Así de simple.

No hace falta que nadie te la dé. Tú, ya te la das. Porque tú la tienes. Si no la ves, ponte las gafas de aumentar la estima, porque no la vas a encontrar en otro sitio sino en ti mismo.

No te hace falta nada más. Todo lo que sea material se destruye y descompone, porque es fútil e innecesario. No necesitas nada más que a ti mismo.

No te hace falta nadie más. Todos los demás, todos, son marionetas en tu vida, van y vienen, o se quedan un tiempo, corto o largo, pero un tiempo. Sólo tú estás siempre en ti.

Por eso tienes que buscar tu felicidad, y buscarla en ti. Por eso, no necesitas nada ni nadie. Porque tú eres suficiente y completo.

Quien te diga lo contrario muestra su propia insuficiencia, y cree que a ti te falta un apéndice, pero no. Contigo ya tienes bastante.

Lo demás es un regalo, igual que tu vida. Aprovéchate de los regalos, y cuando caduquen tíralos, no te apegues. Contigo tienes más que de sobra.

El amor no te vendrá tampoco de fuera. Esa es tu ilusión. El amor lo tienes junto con tu felicidad. Esa será tu serenidad. Tenerlo todo dentro de ti.

Y si no lo crees, confía, pídelo y espera, te vendrá, como todo, te vendrá. Pero no será en un corcel. Vendrá cualquier día, en cualquier momento, y lo tendrás a tu lado, como siempre estuvo, contigo y dentro de ti, porque tú lo proyectas y lo creas. El amor, la felicidad, la serenidad, todo lo que necesitas y quieres: TU.