domingo, 17 de marzo de 2013

SI YO FUERA PAPA


SI YO FUERA PAPA

Que es mucho decir porque soy mujer y vivo alejada de la reflexión que para ello se necesita, haría lo mismo que el Papa Francisco ha hecho: SORPRENDER, CALMAR, Y SEGUIR LOS DICTADOS DE DIOS.

Si bien es verdad que las distintas religiones buscan el mismo Dios, llámese como se llame, El Dios de los católicos, DIOS, no hubiera entendido tantas y tantas cosas que hace su Iglesia, y tantas y tantas cosas que en su nombre se cometen cuando lo que Él dijo es tan sencillo que nuestro Papa actual ha sorprendido a todos recordándolo.

Humildad, Sencillez, Compañerismo, Amistad, Sencillez, y Modestia.

Todo eso nada menos.

¡Qué sencillo! ¿Verdad?

Parecería que nadie lo hubiera hecho antes, pero El Papa Francisco, que llegó de puntillas, sin levantar ni una mota de polvo, y sin alardes de ningún tipo, mientras las trompetas de lo aburdo, lo alineaban con pasados oscuros, Él sin más ni más, pagó su factura, desayunó con sus compañeros, abrazó a sus amigos, obvió el protocolo, y simplemente vivió su realidad del día a día, como cualquier otro día.

¡Vaya! ¡Como debe ser!.

El día a día suyo no será como el de ayer o de antes de ayer. Pero Él lo hizo fácil, siguiendo el más elemental de los principios de la vida: vivir el hoy.

Pero es que su hoy, lo había catapultado a lo más alto de su ascender en tierra. Y sin embargo parecía, con la mayor naturalidad, que Él lo había hecho siempre igual o como poco que se estaba preparando para ello.

Así que comenzado esta andadura, le dedico esta página a Él. Por su valor y por su osadía, por su calor y por su amor. Porque lo tendrá difícil pero lo sabrá manejar. Porque es hombre y está en lo más alto. Porque no olvida sus orígenes y porque es agradecido. Por todo Papa Francisco, gracias por devolverme la confianza en el ser humano y en la religión.

viernes, 8 de marzo de 2013

MUJER = IGUALDAD

Pues no.
La belleza está en la diferencia.
La riqueza en la diversidad.
La Igualdad sólo entorpece y atonta.
Somos todos iguales porque todos somos humanos. Pero eso no implica que siendo iguales seamos diferentes.
La mujer no necesita ser igual a nada y a nadie.
La mujer es única como especie e irrepetible.
Tiene capacidades que ni sabe dónde las tiene.
Tiene sensaciones, que no sabe explotar.
Tiene alma, sí tiene alma.
Y el hombre, también.
Porque el hombre que se precie, tiene algo de mujer.
Entonces, por qué la igualdad. No necesitamos ser iguales. Tenemos que amarnos siendo diferentes. Tenemos que respetarnos siendo lo que somos. Tenemos que agradecernos, aportarnos nuestras diferencias y capacidades.
Somos humanos. Seres vivos dotados de mil y una capacidades.
Explotémoslas. Vivamos en paz. Y no nos empeñemos en ser iguales.
Ninguna persona es igual a otra.
Ninguna persona entiende lo mismo en una frase.
Ninguna persona es mejor que otra.
De ahí lo grande que es ser mujer hoy. De ser persona.

lunes, 4 de marzo de 2013

Inteligencia emocional

No sólo tienes que saber.
Tienes que saber que sabes, y demostrárselo a los demás. y además saber expresarte para que tu mensaje llegue al otro correctamente.
El mensaje, ese es el dilema.
Cuando tantos hay hablando, escuchando, creyéndose en posesión de la verdad, discutiendo, creyendo que su ombligo es el centro del universo.
Y el mensaje, no sólo depende de tí. Depende de todo lo que te rodea. Como tu verdad.
No es única, es sólo eso, tu verdad.
POr eso no sólo debes saber. Por eso también tienes que saber que sabes y qué saben los demás.
Y conjugar todo eso para salir airoso y entero de situaciones y discusiones, de buenos y malos entendidos.
La verdad no existe.
No vale la pena ni demostrarla ni perseguirla, ni luchar por ella, porque si miras un objeto por 100 lados, verás 100 realidades diferentes.
De ahí lo maravilloso de vivir esta vida, de ahí lo grandioso de las relaciones humanas.
Hay que simplemente dejarse llevar por las emociones, y que éstas estén al servicio de tu inteligencia, y no al contrario, dominarlas para sentirlas, y para trabajarlas.
Ý así convertir la  inteligencia del saber en la inteligencia del sentir.
Feliz ser, feliz saber.