Me has robado la intimidad, me has molestado por días, me has dejado vulnerable y enfadada, conmigo misma por creer en el humano, por confiar, por creer. Me has quitado cosas que sin valor alguno para tí me generan incertidumbre, molestia, incomodidad, inseguridad.
Pues amigo de lo ajeno, ponte en mi lugar y devuélveme lo que no necesites, porque eso que es inútil para ti no lo es para mi.
Ya tengo de nuevo todo lo que tengo que tener, y lo demás está en camino.
Te perdono, si es que lo hicistes por necesidad. Si no, no. Porque aunque deba perdonar siempre, hoy no me apetece hacerlo. ¿Que por qué? Porque puedo elegir hacerlo o no, y de la misma manera que deciste destrozarme el día y quedarte con lo mío, yo decido perdonarte sólo si lo hiciste por necesidad.
Así que si no eres un rastrero ratero, devuélveme lo que te sobre. No lo tires cobardemente para ocultar tu culpa. Yo te perdonaré.
Pues amigo de lo ajeno, ponte en mi lugar y devuélveme lo que no necesites, porque eso que es inútil para ti no lo es para mi.
Ya tengo de nuevo todo lo que tengo que tener, y lo demás está en camino.
Te perdono, si es que lo hicistes por necesidad. Si no, no. Porque aunque deba perdonar siempre, hoy no me apetece hacerlo. ¿Que por qué? Porque puedo elegir hacerlo o no, y de la misma manera que deciste destrozarme el día y quedarte con lo mío, yo decido perdonarte sólo si lo hiciste por necesidad.
Así que si no eres un rastrero ratero, devuélveme lo que te sobre. No lo tires cobardemente para ocultar tu culpa. Yo te perdonaré.