…Y HOY
Un nuevo día y un nuevo recuerdo.
Todos los días algo nuevo, todos, algo diferente.
…Y hoy, nosotros somos los
diferentes. Nosotros, los afortunados. Nosotros, los que celebramos. Nosotros.
Un mismo compañero en 30 años, un
mismo amor que crece con los días. Una misma pareja con los mismos problemas, y
dificultades que los demás.
Pero somos nosotros, los mismos y
los diferentes. Los de ayer y los de hoy, los que contentos celebramos, los que
no miramos atrás, y los que seguimos viviendo cada instante, como si fuera el
primero, como si fuera el último.
Nosotros. ¡Qué suerte poder
seguir diciendo nosotros!
Nosotros los que damos gracias
por aprovechar lo vivido, por aprender de los errores, para seguir caminando.
Nosotros, los mismos, nosotros
los diferentes. Aquellos que con serenidad nos miramos a la cara, nos sonreímos,
y lloramos.
Y las risas y los llantos, siguen
haciendo la vida.
Nosotros, los raros por mantener
la pareja. Nosotros, los que olvidamos lo malo del otro para sólo valorar
aquello que nos aporte algo.
Y los recuerdos amables
permanecen, mientras los otros se difuminan.
Nosotros, los que cada día nos
levantamos dando las gracias a la vida, dando las gracias al otro.
Nosotros, los que nos damos
calor, y abrigamos la confianza.
Y los que quieren empañarlo se
van quedando por el camino, mientras tanto nosotros, caminamos juntos.
Nosotros en paralelo, nosotros en
perpendicular, cruzando nuestros caminos, o evitándonos en él. Viviendo nuestra
vida individual, viviendo nuestra vida de pareja. Respetando nuestros tiempos y
nuestros espacios. Uniendo y separando todo aquello que queremos de nosotros.
Nosotros en silencio. Nosotros en
soledad. Nosotros en todo momento, y siempre celebrando el nosotros y el hoy.
Por eso hoy es motivo de
celebración.
Y cada año como un ritual, así ha
sido, celebración, porque a pesar de que algunas celebraciones se cubrieran de
dudas y desconfianzas, de errores y malestares, cada una, fue la celebración de
la gratitud ante lo que la vida nos había ofrecido: el otro.
Y hoy como todos los años, doy
gracias a la vida, y también a ti, por todo lo que me has enseñado, y por todo
lo que he aprendido contigo, por todos nuestros sueños, los realizados y los
por realizar, por todo tu amor, y por todos los ratos felices que nos han hecho
llegar hasta aquí.
Por eso, esto hoy, es para ti.