jueves, 6 de diciembre de 2012

NAVIDAD OTRA VEZ

Sin duda es una buena noticia dado el espectacular año que nos abandona.
Como si nada hubiera pasado, ponemos la vista en la Navidad, que nos acerca a los otros y nos hace olvidar malos ratos.
¿Y qué? Hay que vivir al día. Hay que vivir el día. Y el día de hoy es este y no otro. Así que es Navidad. Y no hay más que hablar. ¡¡¡¡¡¡A disfrutar!!!!!!!!
Come lo que tengas que comer sin arrepentirte y sin que tengas que arrepentirte.
Bebe con moderación lo que tengas que celebrar.
Gasta si no puedes evitarlo, pero recuerda que estamos como estamos.
Y sobre todo rie y rie sin parar. Quiere a todo el que se ponga a tu alrededor, y ama y besa la vida. Es para tí, solo para ti.
FELIZ NAVIDAD

 

martes, 14 de agosto de 2012

MI NOMBRE ES KHAN


MI NOMBRE ES KHAN



Cómo nunca y como siempre definiría la sensación agridulce que deja esta experiencia como película.

Como nunca, porque aún sintiendo la emoción en cada una de las películas ñoñas o inteligentes que son paridas por mentes inteligentes o por seres anodinos, jamás había sentido la auténtica capacidad del ser humano en su totalidad y en su integridad.

Como siempre, porque los valores que transmite, y aseguro que ninguno se dejó el guionista en el tintero, son la vida misma, son mi vida, tu vida, la vida de todos, pero que a modo de refresco inteligente y sorprendente alguien es capaz de conjugar de modo realista y al mismo tiempo tierno.

Por eso como nunca y como siempre, a partir de ahora, mi nombre también es Khan.

Y lo es porque Khan, representa la simplicidad como nadie. Lo sencillo, lo simple, lo que es, lo auténtico, lo directo, lo sincero y también lo real. No lo frecuente, pero sí lo real, lo que llega al corazón de los demás.

Khan, con su bondad auténtica y sin complejos, es capaz de hacer un dibujo del ser humano auténtico. Aquel que olvidamos en el día a día. Aquel que nos emociona sin hacernos daño. Aquel que siempre está a nuestro lado ayudando. Aquel que no descansa hasta complacerte. Aquel que no piensa en sí sino en ti.

Y lo presentan como un discapacitado, cuando los discapacitados somos los demás. El expresa su emoción y su miedo, su amor y su convicción sin importar dónde ni a quién. Khan es auténtico.

Khan representa todo lo que quiero ser y sentir, y me siento orgullosa de ser tan sensible o sensiblera para que un trozo de fantasía sea capaz de levantarme del suelo y cambiar mi forma de ver las cosas y de ver a los demás.

Si todos fuéramos un poco Khan, no tendríamos prejuicios, ni criticaríamos, ni odiaríamos, ni dejaríamos que la rabia nos invadiera. Seríamos seres humanos puros, capaces de entender y perdonar, de sentir y de expresarnos, cada uno a nuestra manera, siendo individuales en lo propio y colectivos en lo ajeno.

Si todos fuéramos un poco Khan, nos importaría poco lo material porque sabríamos sacar lo mejor de nosotros mismos, sin importar dónde ni cuándo, sin complejos, sin algaradas, sin tristezas y sin aspavientos.

Si todos tuviéramos un Khan al lado, sabríamos el significado de la ternura, el amor y la sensibilidad. Y todo ello sin palabras, sólo porque sí. Lo más simple. Lo más auténtico.

Khan, es lo que esperaba de mi y de los demás. Por eso aún siendo Khan a partir de ahora, también querré a todos los Khan de los que me pueda rodear. Que me aporten, que me llenen, que me sumen y no me resten.

Si tu eres Khan, únete a este movimiento de seres humanos auténticos sin malicia y sin complejos. Súmate a la vida. Súmate a crear y no a destruir. Súmate a luchar por tus ideales, siempre que éstos sean buenos. Sé un persona buena y excelente. Ten calidad en tu vida y en tus relaciones. Sé simple y sencillo, como la propia vida, como la misma muerte. Sumérgete sin miedo en ella, en la una y en la otra. Sé tu propio Khan y enséñalo como una filosofía, la filosofía de la sencillez, del altruismo, de la generosidad, del verdadero amor.

Si pudiera conservar la calidez del recuerdo que Khan me deja, aún siendo una fantasía, y siendo la realidad fruto de lo que alguien pensó, de lo que yo misma siento, de lo que palpita en mi interior, de lo que siempre he pensado de la vida y de los demás, habría conseguido mi objetivo en la vida: quererla y creerla. Y esto que lo hago todos los días, siendo Khan, me reconfortaría de tanto malestar superficial y pasajero, que algunos humanos, no seres, insisten en recordarte todos los días, todos los minutos.

A ellos también les diría, simplemente, sé Khan.
Y es por eso que hoy me cambio el nombre y soy simplemente Khan, me llamo Khan, en honor de la vida y del personaje, también de quien lo creó para mí y para ti

miércoles, 20 de junio de 2012

SIN FALSA MODESTIA


Sin ruido y sin prisa, poco a poco y sin descanso, luchaste por conseguir tu objetivo, tu meta.

Sin parar un solo momento, sin dejar de ver el final del túnel, decidiste lo que querías y fuiste a por ello.

Sin alardes y algaradas, sin presunciones ni modestia, dijiste ésto quiero conseguir y lo voy a lograr, sin más, con un par.

Con mucho esfuerzo, todo el que tus pocos años te han dejado tener, todo el que tu mente prodigiosa y educada para ello, te ha permitido a golpe de constancia.

Con mucha disciplina y mucho empuje con un final próximo, una aventura por recorrer y un mundo por descubrir.

Con mucha cabeza, la misma que le pones a todo, con esa serenidad impropia de tu edad que te acompaña en cada acto, en cada palabra.

Con mucho sacrificio, ese que otros desdeñan, conseguiste lo que querías. Un número uno.

Y ahora que tienes que compartirlo, la humildad que siempre has tenido, la modestia que te han enseñado porque “es tu deber” decían, te impida chillar a los cuatro vientos tu gesta.

Por eso yo, hoy orgullosa de tus logros, aunque para nada responsable de tu triunfo, chillo por ti a todo el mundo, que eres una auténtica campeona, y no por el final que hoy celebras, sino por el camino que elegiste para llegar a él: como la vida misma.

Y espero que todos tus éxitos sean como éste, fruto del trabajo, el esfuerzo, el compromiso, la disciplina, la serenidad, y la confianza.

Gracias por dejármelo compartir.

Para mi princesa Patri.

20-6-12

domingo, 17 de junio de 2012

Dualidad

Hola otra vez.
Dónde has estado, o dónde he estado yo. Es la misma pregunta siendo aún diferentes.
Cada una por su lado, y las dos en el mismo.
Quizás hemos caminado juntas, o quizás no.
De cualquier manera somos la misma.
Una quiere ser brillante y admirada, la otra esconderse y desaparecer.
Una es todo alegría y fuerza, la otra llora en su debilidad.
Una se siente fuerte y capaz, envalentonándose ante cualquier reto.
La otra prefiere que le lleven de la mano y no tener problemas que resolver.
Una y otra de la mano conviven y viven, siguen el dictado de la esperanza, la fe y la convicción de sus sólidos principios.
Ambas aman y sufren, ríen y lloran, y como una dualidad sonríen a la vida que comparten.
Ambas, la cara de una misma moneda, encontrando cada día un nuevo reto y un nuevo aliciente.
Ambas solas, encontrando en la soledad la belleza y la fuerza para seguir adelante.
Y ambas felices porque tienen todo lo que necesitan a fuerza de no necesitar lo que no tienen.
Y cuando una llora, la otra apoya su dolor y le recuerda que sólo hay una dirección: seguir adelante.
Y ambas saben que su dios, mayor o menor, es quien las guía e indica el camino por donde ir.
Y es en esa dualidad, en ese saber quien eres y en no reconocerte, donde encuentras la serenidad, donde tú estás una y otra vez esperando que tu otro yo se una a ti para ser uno solo.

sábado, 18 de febrero de 2012

.....Y HOY

…Y HOY
Un nuevo día y un nuevo recuerdo. Todos los días algo nuevo, todos, algo diferente.
…Y hoy, nosotros somos los diferentes. Nosotros, los afortunados. Nosotros, los que celebramos. Nosotros.
Un mismo compañero en 30 años, un mismo amor que crece con los días. Una misma pareja con los mismos problemas, y dificultades que los demás.
Pero somos nosotros, los mismos y los diferentes. Los de ayer y los de hoy, los que contentos celebramos, los que no miramos atrás, y los que seguimos viviendo cada instante, como si fuera el primero, como si fuera el último.
Nosotros. ¡Qué suerte poder seguir diciendo nosotros!
Nosotros los que damos gracias por aprovechar lo vivido, por aprender de los errores, para seguir caminando.
Nosotros, los mismos, nosotros los diferentes. Aquellos que con serenidad nos miramos a la cara, nos sonreímos, y lloramos.
Y las risas y los llantos, siguen haciendo la vida.
Nosotros, los raros por mantener la pareja. Nosotros, los que olvidamos lo malo del otro para sólo valorar aquello que nos aporte algo.
Y los recuerdos amables permanecen, mientras los otros se difuminan.
Nosotros, los que cada día nos levantamos dando las gracias a la vida, dando las gracias al otro.
Nosotros, los que nos damos calor, y abrigamos la confianza.
Y los que quieren empañarlo se van quedando por el camino, mientras tanto nosotros, caminamos juntos.
Nosotros en paralelo, nosotros en perpendicular, cruzando nuestros caminos, o evitándonos en él. Viviendo nuestra vida individual, viviendo nuestra vida de pareja. Respetando nuestros tiempos y nuestros espacios. Uniendo y separando todo aquello que queremos de nosotros.
Nosotros en silencio. Nosotros en soledad. Nosotros en todo momento, y siempre celebrando el nosotros y el hoy.
Por eso hoy es motivo de celebración.
Y cada año como un ritual, así ha sido, celebración, porque a pesar de que algunas celebraciones se cubrieran de dudas y desconfianzas, de errores y malestares, cada una, fue la celebración de la gratitud ante lo que la vida nos había ofrecido: el otro.
Y hoy como todos los años, doy gracias a la vida, y también a ti, por todo lo que me has enseñado, y por todo lo que he aprendido contigo, por todos nuestros sueños, los realizados y los por realizar, por todo tu amor, y por todos los ratos felices que nos han hecho llegar hasta aquí.
Por eso, esto hoy, es para ti.

viernes, 17 de febrero de 2012

AYER....


Ayer.....

Rompiendo todo pronóstico, sin hacer ruido, dejaste toda tarea y toda convicción, y decidiste empezar de nuevo en otra vida que no sabías si era mejor.

Abandonaste las promesas y los amores, pensando que no importaría qué pasara, porque estabas convencido de que nada sería peor que tu tormento.

Con la cabeza bien alta emprendiste tu lucha, y aún a pesar de tus  carencias, seguiste siempre adelante.

Cuando la vida te abandonó, te diste cuenta de que tú la habías abandonado hacía mucho tiempo.

Quisiste dejarlo todo organizado, y la muerte te sorprendió jugando.

No pudiste evitarlo, o no quisiste, y temblaste cuando sabías lo que iba a suceder.

Tus nervios o tus lágrimas te traicionaron en el último suspiro, y sin embargo después, la serenidad asomó a tu expresión de siesta.

Ya no roncabas, pero aún así dormías, ahora para siempre.

Tu sueño tranquilo se vio interrumpido por los sollozos de todos lo que se sorprendían de que te hubieras ido ya, sin avisar.

Tu expresión calmada contrastaba con la crispación de los ánimos que te rodeaban.

Tu sudor frío, con el calor de los que te lloraban.

De repente, una procesión de falsedades y de tristezas, pasó por delante de mí, que ausente y dolorida veía hipocresías, falsos afectos y mucha ternura y compasión, todo al mismo tiempo.

En volandas asistí a todo el proceso triste de tu despedida, sin entender muy bien qué estaba pasando, pero viviendo intensamente todo el momento. Tanto que hoy que lo revivo 37 años después, me parece vivirlo de nuevo.

Me imagino tu sonrisa  o tus carcajadas, al ver todo aquello, porque tú ya no sufrías más.

Sin embargo también me imagino tu gran desesperación por dejar en aquellas condiciones a los tuyos.

Me imagino que tu alegría y tu tristeza se mezclarían para dar paso a la serenidad que aparentabas.

Me imagino que tu perplejidad llenaban todas las dudas que te acudían y te sacudían.

Me imagino que los que mostraban su gran hipocresía se avergonzarían en privado o tendrían miedo de que ya no estuvieras.

Me imagino que tu semilla, estaría también presente en la sombra de aquel invierno.

Me imagino que el dolor de los tuyos marcaría tu partida, y también imagino que ésta sería como un soplo de aire fresco en tu vida castigada.

Al final, como buen soldado, un adiós y un hasta siempre. Tu sangre en mis venas fluía con desconcierto. Los dos niños llorábamos afligidos. Desconcertados. Solos.

Y sobrevivimos. Con el coraje de ella. Con la fuerza de la voluntad. Con el cariño de todos. Sobrevivimos y somos los que fuimos y los que nos hicimos.

Y ahora con tanto tiempo de calma, ahora, que ya no lloro y sonrío recordándolo, ahora lo siento.

Siento sentirlo, y siento que no estés.

Siento lo que fuiste y siento tu amor.

Siento tu legado y siento que no lo veas.

Siento todo lo que he pasado, y agradezco la lección.

Todo esto me ha hecho lo que hoy soy: una parte infinitesimal de ti. Por eso hoy pervives con nuestro recuerdo y con nuestro amor.

Y esto se repite día tras día, y año tras año, sin necesidad de culto y de reunirnos. Pero reunidos, somos más pensando en ti y confortándonos, y riéndonos, y viviendo



Para papá, para Chanito, allá donde estés. 17-2-2012.