HOY. Hoy vendrá. Te vendrá hoy y todos los hoy, porque la muerte es algo más de nuestra vida.
Nos han enseñado a temerla, a respetarla, a odiarla, a desesperarnos, pero la muerte sólo es algo más.
La muerte te hace cambiar y puedes morir todos los días y todo momento. Con cada cambio morirás a algo. Con cada sufrimiento, morirás igualmente. Con cada noche muere un día.
Pero el cambio te hace renacer a una nueva vida, a una nueva aventura, a una nueva emoción, a otra ilusión.
Con cada sufrimiento, matarás para renacer, enterrarás para crecer, te subirás a tu trampolín para subir sin descanso con cada resurgir.
Y con cada día, nacerá un nuevo momento, nacerá otra oportunidad.
No debes cerrar tu miedo a la muerte. No debes cerrar los ojos para no verlo, porque tras cada muerte, hay una vida diferente, una vida más.
Quizás te duela la propia muerte, incluso tu propio morir.
Pero cada vez que mueras, renacerás por un algún lado, y te sorprenderá lo que tienes oculto, lo que te estaba esperando para ser descubierto de ti mismo.
Será mucho más apasionante que cualquier cosa que hayas descubierto, porque te estás descubriendo a ti mismo.
Por eso tienes que vivir cada momento como si nunca fuera a volver, porque cada vez que vuelva, será tu nueva oportunidad que no debes desechar.