miércoles, 14 de mayo de 2014

Exámenes

¿Qué valoran? ¿Lo que sabes? no, ¿Lo que sabes hacer? no, ¿Lo que puedes hacer? no.
Simplemente lo que hagas ese día. Y ya te puedes jugar lo que sea en esa baza. Si tienes las cartas ganas y si no pierdes. Tanto da lo que hayas aprendido, lo que sepas, lo que sepas hacer, lo que puedas hacer, de lo que seas capaz. A nadie le importa, te lo has jugado todo a una carta y ésta sale ganadora o perdedora. Y ya está. Por tanto, un exámen no tiene la más mínima importancia. Es sólo un trámite que se organiza para filtrar, ordenar, impedir o dar. Tú eres lo importante. Tu esfuerzo es lo que vale. Y ganes o pierdas en el resultado, ya habrás ganado por cumplir el trámite una vez más, por cumplir las condiciones que te imponen, por ser valiente y enfrentarte a tus miedos, por ser capaz de llegar hasta el final, de hacer lo correcto, de sacrificarte a ti y a los tuyos, y en definitiva por saber ser y estar. Los resultados son algo que no depende de tí. Depende de quien te forma, de la capacidad técnica y humana de quien pone el listón, de las ganas de hacer lo justo de quien decide lo que vas a pasar, y del trabajo o no de quien tiene que luchar por lo que haz de vivir. En definitiva no depende de tí. De tí sólo depende el esfuerzo realizado y el día que tengas cuando al final, te dejes examinar. Y eso es muy poco frente a todo lo demás. Así que cuando ya lo hayas pasado, simplemente, alégrate y vive. Es un día más, es un día único que no va a volver a pasar. Animo.