La energía que tienes puede servirte a ti y a todos.
Nada de lo que hagas o lo que seas, será indiferente a nada ni a nadie.
Todo es importante y es suficiente.
Tú eres importante. Lo más importante. Sin tí nada puede seguir su camino, porque todo pasa por tí.
Si tú estás bien, lo tuyo, los tuyos, lo que te rodea, todo estará bien y en armonía.
Por eso tú eres importante. Por eso tú tienes que estar bien. No se lo debes a nadie. Te lo debes a ti mismo. A tu bienestar. A tu saber estar, a tu comportamiento.
Lo demás lo irás aprendiendo, lo irás practicando, pero si no empiezas por ti mismo, si tú no estas bien, nada será posible.
Y dirás, ¿cómo podré ponerme bien, sentirme bien?, pues simplemente así, usando tu gran energía individual, como un granito más en este vasto montón de energía.
Para qué ensuciar tu trocito de energía en inútiles peleas, guerras o enfados, si es mucho más importante que lo dediques a vivir, a ser y a estar.
Los tuyos se lo merecen, pero sobre todo te lo mereces tú, que eres único e importante.
Así que toma tu energía, y construye la gran energía.
