Fiesta entre las fiestas, por hacer temblar la sinceridad, enardecer la superficialidad y potenciar el olvidar.
Fiesta que deja en todos un halo de solidaridad y alegría, incluso en aquellos pobres de corazón que se suman a la fiesta para pasar inadvertidos.
Fiesta llena de excesos y defectos. Excesos en todos los sentidos y defectos en la falta de algo o alguien.
Fiesta entre las fiestas que a nadie deja indiferente y a nadie deja solo.
Todos tenemos alguien que recordar o alguien que nos recuerde, incluso en pensamientos negativos, pero todos tenemos ese alguien que permite que la navidad no pase de puntillas.
Todos hacemos cosas alocadas en estas fechas para arrepentirnos al poco, pero nadie renuncia a pasar este momento por alto. Es especial.
Todos sabemos que nos excederemos y todos nos hacemos los locos para prometer que después lo enmendaremos.
Y todos nos llenamos de buenos deseos para nosotros y los nuestros y algunos para los otros.
Los otros, los que nunca nos olvidan o los que no nos dejan en vivir en paz, pero todos son los otros.
Los otros que conviven con nosotros y a veces malviven.
Los otros que están agazapados para saltar sobre nuestras entrañas o están a nuestro lado de forma invisible e indivisible para acompañarnos en nuestra rutina.
Los otros que pueden ser tan grandes o tan pequeños como lo son sus pensamientos.
Pensamientos que en forma de alegría, te llena y te colma y en forma de tristeza te destruye o te desbanca.
Pensamientos que acertados o equivocados forman y condicionan tu vivir.
Pensamientos que se convierten en emociones o en sentimientos para ayudarte o acongojarte.
Pensamientos que vuelan libres en el universo integrándose con otros pensamientos más o menos sublimes.
Y todo eso, la fiesta, los otros y los todos, los pensamientos y las emociones, conforman tu navidad, tu particular navidad, en la que crees que todos tus deseos se convertirán en realidad, que pasarán los tormentos al irse, que trae un espíritu renovado, y que la artificialidad que la rodea te ayuda a olvidar.
Pero la fiesta continua, y la navidad se sucede de otra navidad. La navidad de tu día a día que hace que cada día nuevo pueda ser una nueva navidad. Dependerá de cómo tú lo quieras.
Y esta Nochebuena se sigue de la navidad que empieza mañana y acaba cuando tú quieras y decidas, porque eres un corazón bueno y noble, porque tú eres la auténtica navidad. Así que dedicado a ti: FELIZ NAVIDAD.